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Hay lesiones vasculares de todas las formas y tamaños y tienen variedad de causas. Pueden ser desde las pequeñas arañas vasculares o telangiectasias, los puntos rubí, pasando por la cuperosis, hasta las grandes manchas de Vino de Oporto o los angiomas.
Algunas lesiones están presentes desde el nacimiento, mientras que otras se desarrollan con la edad, como resultado de daños medioambientales, como la exposición al sol, por el uso de corticoides, cambios hormonales o por embarazos.
Cambios de frío a calor, de calor a frío, viento, agresiones atmosféricas, mala circulación, pieles sensibles… Unos elementos que, juntos o en solitario, pueden provocar lesiones vasculares en la piel.
Se trata de las dilataciones de los pequeños capilares de la piel llamadas telangectasias. A veces tienen forma de araña y se llaman “spiders” pudiendo aparecer de forma aislada o agrupadas en cara o escote, formando entonces lo que se denomina cuperosis.
La cuperosis aparece en personas genéticamente predispuestas que enrojecen con los cambios de temperatura, emociones o alcohol y algunos alimentos. Estos rubores repetidos acaban por lesionar los capilares dilatándolos y haciéndolos visibles. El embarazo y las hormonas femeninas también favorecen que aparezcan spiders o cuperosis que en estos casos pueden ser reversibles.
Cuando la cuperosis se asocia a granitos parecidos a los del acné se denominan rosácea y requieren además tratamiento médico asociado.
Algunos niños nacen con lesiones visibles o que aparecen poco después del nacimiento. Estas lesiones rojizas y superficiales, se llaman angiomas o hemangiomas. Un hemangioma es una lesión rojiza que está constituida por vasos sanguíneos de pequeño tamaño agrupados.
El tamaño de los angiomas varía desde lesiones de muy pequeño tamaño, hasta lesiones que pueden extenderse por toda la pierna, brazo, cara … La importancia de los angiomas en la cara no debe subestimarse. Incluso las lesiones de pequeño tamaño afectan a la autoestima, a la interrelación social y a la capacidad de realizar ciertos tipos de trabajos.
La causa exacta de por qué se producen los angiomas no se conoce. La explicación más sencilla es que se deben a un defecto en el desarrollo embrionario de los vasos sanguíneos, los cuales no se desarrollan normalmente.
Es muy importante que cualquier niño que nazca con un angioma sea revisado por un dermatólogo para valorar la posibilidad y la necesidad de establecer un tratamiento, así como para descartar la asociación de un angioma interno. En general, el pronóstico y la evolución de los angiomas es favorable.
La mayoría de los angiomas o hemangiomas desaparecen espontáneamente sin tratamiento aunque en ocasiones es muy difícil ver como el angioma crece sin solicitar un tratamiento. En esos casos la consulta con un dermatólogo con experiencia en ese tipo de lesiones puede ser útil.
Hay otro tipo de angiomas o puntos rubí, muy frecuentes en las personas adultas, que aparecen progresivamente a veces en gran número. Son pequeñas malformaciones capilares que miden milímetros y afectan al tronco. Cada vez más estas pequeñas lesiones son motivo de demanda de tratamiento ya que los pacientes las asocian a envejecimiento.
Las antiestéticas lesiones vasculares de las piernas como telangiectasias, capilares, arañas vasculares… preocupan a numerosos hombres y mujeres durante todo el año, pero es sin duda de cara al verano cuando le ponemos más atención y tomamos la decisión de mejorar la apariencia de nuestras piernas.
Después de realizar una detallada historia clínica y un estudio hemodinámico y, según las características de nuestras “varices”, el especialista recomendará un tratamiento u otro. No es el paciente quien debe decidir cuál es el tratamiento que desea realizar sino un especialista médico quien nos tiene que orientar sobre qué alternativa es la adecuada en nuestro caso.
La mayoría de estas lesiones vasculares pueden ser tratadas con láser, que actúa produciendo la coagulación del vaso que posteriormente será reabsorbido por el organismo.
Según el tipo de lesión, localización y fototipo de piel, usaremos:
(*) Cada persona es única, por eso, cada tratamiento puede presentar resultados diferentes. Siempre es necesaria una valoración previa con el médico especialista para orientarle y explicarle los resultados que puede esperar