Las cicatrices son lesiones en la dermis que resultan de la reparación del tejido posterior a un traumatismo. Existen diferentes tipos de cicatrices, que pueden ser de diferentes tamaños, colores y profundidad.
Suelen desaparecer con el tiempo, aunque no del todo, lo que puede representar un problema de estética dependiendo de las características y la visibilidad.
Pero ¿de qué depende la apariencia de las cicatrices? Principalmente del tamaño, la localización y la profundidad de la lesión. También dependen del tiempo que haya tardado en curar, la edad y la genética de la persona.
¿Por qué aparecen en el cuerpo?
Las cicatrices son el resultado de traumatismos en la piel, producto de caídas, cortes, contusiones, quemaduras, fracturas abiertas, heridas quirúrgicas y no quirúrgicas, infecciones, inflamaciones, entre otras causas.
En conclusión, son parte de una respuesta normal de nuestro organismo ante cualquier lesión que se pueda producir.
Las cicatrices aparecen tras un proceso dinámico y fisiológico que tiene como finalidad la regeneración del epitelio y reemplazo de la dermis. Dicho proceso consta de 4 fases:
- Coagulación o hemostasia: ocurre inmediatamente después de que se produce la herida y dura aproximadamente 5 horas. En esta fase las plaquetas y los glóbulos rojos forman un coágulo de sangre en la zona afectada para detener la hemorragia. Durante esta fase también se atraen a las células inflamatorias como neutrófilos, macrófagos y linfocitos T.
- Inflamatoria: tiene una duración de 2 a 4 días. En ella, los macrófagos y neutrófilos eliminan el tejido muerto o dañado y destruyen a los microorganismos. Aquí también se inicia la proliferación celular. El tejido se encuentra enrojecido, caliente y edematizado debido a todo el proceso.
- Proliferativa: en esta fase comienza la producción de colágeno, que es el encargado de regenerar las fibras que forman los tejidos y de rellenar la herida. Tiene una duración de 2 a 3 semanas. El colágeno es la principal proteína estructural del tejido cicatricial, proporciona la fuerza tensora a la cicatriz.
- Remodelación o maduración: comienza al mes de haberse producido la lesión y puede durar meses o años. En esta fase la fuerza tensional aumenta y el colágeno disminuye, y se mantienen solo las fibras que han quedado a ras de la piel.
En condiciones ideales, la cicatriz debe ser visible únicamente como una fina línea de color pálido sobre la piel. Con el paso del tiempo, va desapareciendo poco a poco y en algunos casos puede llegar a ser imperceptible. Sin embargo, esto no siempre sucede así.
¿Qué tipos de cicatrices existen?
Fisiológicas o normales
Este es el tipo de cicatriz ideal. Su aspecto es discreto, luce como una línea fina, plana, de un color bastante similar al de la piel o un poco más claro. No evolucionan negativamente con el tiempo.
A pesar de que este es el mejor escenario en cuanto a cicatrices se refiere, se recomienda cuidarlas y mantenerlas hidratadas y con protección solar para que se mantengan imperceptibles y se mimeticen con el resto de la piel.
Atróficas
Lucen como pequeños hoyos o depresiones en la piel. Se caracterizan porque la piel de la zona dañada es más fina que la del resto de la dermis y siempre está por debajo de la piel que la rodea.
Estas cicatrices se producen cuando existe una falta de colágeno que impide que se formen las nuevas fibras de tejido conjuntivo. Son típicas en casos de acné severo, viruela o en personas con alguna enfermedad asociada al tejido conectivo o problemas de hiperlaxitud.
En estos casos existen tratamientos para mejorar la apariencia de la piel, desde cremas que favorecen la producción de colágeno hasta tratamientos láser especializados.
Hipertróficas
Las cicatrices hipertróficas son lo contrario a las atróficas. Se caracterizan por ser elevadas y sobrepasar el nivel de la superficie normal de la piel, son gruesas y de un color oscuro con respecto a la piel. Ellas se limitan a las dimensiones de la herida, pueden ser dolorosas y producir picazón.
Se producen porque, a diferencia de las cicatrices atróficas, hay una excesiva producción de colágeno en la zona de la herida que resultan en una mayor cantidad de tejido conjuntivo.
Representan un problema estético y requieren tratamientos especiales para ayudar a disimularlas. Pueden mejorar con el tiempo (12 a 18 meses) si reciben los cuidados apropiados.
Queloides
Las cicatrices queloides son similares a las hipertróficas, pero en este caso sobrepasan los límites de la herida inicial y sus bordes son irregulares. Son abultadas, de color rojo o rosado, brillantes y duras; y, se expanden hacia el tejido sano que las rodea.
Producen ardor, picazón y dolor en el paciente, también empeoran ante cambios hormonales y son más frecuentes en las mujeres de pieles oscuras y, al igual que las hipertróficas, se producen por un exceso de colágeno.
Al ser de las más severas, requieren atención especializada. El tratamiento cicatrices queloides son el láser y radiofrecuencia, los cuales son los más indicados en estos casos.
Contracturas
Este tipo de cicatriz se producen por quemaduras o escaldaduras. Lucen como una deformación del tejido y producen, en algunos casos, limitación funcional al paciente debido a que la cicatriz tiende a engrosarse y volverse más tirante.
Su origen radica en la contracción del tejido que ocurre durante el proceso de sanación, lo cual produce la deformación del área afectada. Las contracturas pueden llegar a producir complicaciones muy graves, ya que una vez que el tejido adopta esta disposición es muy complicado recuperar el movimiento normal, no obstante, pueden mejorar bastante con los láser fraccionados no ablativos.
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Tener cicatrices no solo representa un dilema estético, sino que dependiendo del tipo que sea puede producir dolor e incomodidad en el paciente. Además de limitación funcional en algunos casos.
Disponer de la atención médica especializada es de gran beneficio en estos casos. En MultiLaser no sólo contamos con las herramientas más innovadoras para aplicar tratamientos efectivos, también disponemos de un equipo multidisciplinario que trabaja en función de las necesidades de cada paciente.
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